Dos copas de vino brindando en la mesa
Éramos dos presas de Artemisa y de su atracción
Diez dedos que enlazaban a la perfección
Éramos dos mirlos compartiendo sushi
Escribiendo en post-its las cosas más cursis
Éramos coreografías obscenas sobre la almohada
Escenas de pornografía tan sofisticadas
Éramos los Stark en Juego de Tronos
Yo era tu superstar, tú mi Yoko Ono
Yo te acariciaba el pelo y tus ojos eran bengalas
Tú me rascabas la espalda queriendo sacar mis alas
Hasta si gritabas era oír cantar a un cisne
Y si todo era una mierda ir a casa era entrar en Disney
Pero el cuento terminó con una frase:
“Tenemos que hablar” ¿Cómo dejamos que pasase?
No miento si te digo que esto es un desastre ahora
Que mi cama llora, y que la casa no se limpia sola
Que he abandonado mis textos y mis amigos
¿Qué importa si no puedo compartirlos ya contigo?
Que se me hace duro cocinar para uno
Y desear otras caras si aún me llega el humo
De un recuerdo que aún conservo aunque me salga caro
Hoy soy un ácaro atrapado entre el polvo del pasado
Prometimos amor eterno que duró un momento
Rayden- Tres Otoños