Esto no va para ti, pero si para ti.

Hagas lo que hagas siempre lo harás. No te das cuenta, o eso quiero pensar, porque te aseguro que si lo supieses me moriría de vergüenza. Sé que me observas igual que yo pero no se si con los mismo ojos y es que, seguro que me arrepienta de escribirte, de dedicar escritos y canciones a alguien del que no se si podré amar o sabré o quizá ni tenga que hacerlo y pegarme el golpe del siglo.

Recuérdame no borrar todas las entradas en las que hablo de ti, por si algún día alguien las lee porque sé que tu nunca llegaras aquí. Simplemente lo sé.

Te busco y al parecer me encanta tragarme todos  los temblores por ti. Cuando veo que te pones aquí o allí quiero pensar que es por mi y tiemblo. Mis manos se congelan como de un vampiro hablasemos, empiezo a parecer tonta por no saber articular ni una palabra ni moverme y a reirme por la cosa más absurda del mundo.

 Nunca te des cuenta de eso... de que tu presencia me pone nerviosa y más nerviosa me pone cuando sé que tu te puedes dar cuenta de ello.